domingo, 9 de febrero de 2014

Viajes en el tiempo

¡Saludos! Querría disculparme por mi ausencia tanto tiempo, pero mis actividades académicas requieren mucho tiempo. Por ello he decidido hacer una breve entrada sobre un tema que me ha fascinado mucho, y seguro que a muchos otros también: los viajes en el tiempo.

Todos estamos familiarizados con los viajes en el tiempo, la ciencia-ficción los ha retratado de múltiples maneras hasta la saciedad. Hoy en día, gracias a la Ciencia, sabemos que los viajes en el tiempo son físicamente posibles, pero tecnológicamente hablando se encuentran astronómicamente fuera de nuestro alcance. Por lo que sólo podemos los “amateurs” imaginar, y los físicos elucubrar con complejísimas ecuaciones.

Físicamente hablando, existen dos maneras de viajar en el tiempo. La primera y más sencilla, ya ha salido anteriormente en este blog. Consiste en viajar cerca de la velocidad de la luz, con lo que se producirá una dilatación temporal que hará que el objeto “cuasi-lumínico” perciba que el tiempo pasa más despacio, mientras que fuera el tiempo pasa más rápido, es como viajar al futuro. Aunque se trata de un viaje en una sola dirección, pues no permite regresar al pasado.

La otra manera es a través de los agujeros de gusano. Se cree, aunque es una hipótesis muy aceptada en la comunidad científica, que los agujeros negros están interconectados por unos extraños agujeros de gusano, que transcienden el tejido espacio-tiempo. Dicho en otras palabras, los agujeros negros conectan dos zonas distintas del espacio-tiempo. Si pudiésemos adentrarnos en un agujero negro, saldríamos en otro punto del Universo, en un tiempo remoto, ya sea pasado o futuro. Como imaginarán, como teoría está bien, pero tomar estos principios y aplicarlos a una tecnología humana capaz de realizar viajes en el tiempo es otra cosa.

Pero imaginemos que es posible, que disponemos de la tecnología adecuada. Algo que ha suscitado mucho el interés público han sido las paradojas temporales. La más famosa, sin duda, la del abuelo. “Y si volviese al pasado y matase a mi abuelo antes de que concibiera a mi padre, yo no habría nacido, entonces mi abuelo no habría muerto, yo podría haber nacido”. Un problema muy complejo de resolver.

A mí me gusta considerar dos teorías temporales que resolverían este misterio. La primera la llamo “Teoría del tiempo fijo”. Consiste en que la línea temporal es única y totalmente inmutable, cualquier intento de modificarla está condenado al fracaso. En la ciencia-ficción, como ejemplo de esta teoría, me gusta considerar la película de Star Wars, la venganza de los Sith. En ella, Anakin Skywalker está atormentado por las visiones del futuro en que su amada Padme muere durante el parto. Aunque no se trata de un viaje temporal, podemos considerarlo como tal, como si Anakin hubiera ido al futuro y regresado con esa información. Durante la película, Anakin se obsesiona por salvar a su mujer, hasta el punto que cae en el lado oscuro de la Fuerza y se convierte en Darth Vader. Es esto precisamente lo que hizo que Padme muriera en el parto; es decir, el intento de Anakin por salvar a su mujer sólo contribuyó a matarla. Así es como funciona el tiempo fijo, da igual todas las veces que intentemos regresar al pasado y cambiar las cosas. Todo lo que hagamos sólo contribuirá a que las cosas salgan como al principio. Esto llevado el ejemplo del abuelo, significa que como el abuelo está vivo y me engendró a mí, todo lo que hice yo para intentar matarlo en el pasado no dio resultado, y por tanto sigo vivo.

La otra es la “Teoría del tiempo variable”. Aquí sí que podemos cambiar el pasado, pero al cambiarlo, surgirá una nueva línea temporal alternativa. Este hecho se explica muy bien en Regreso al futuro, cuando Biff regresa al pasado para entregarse a sí mismo el Almanaque deportivo y así ganar todas las apuestas durante 50 años. En la pizarra, Doc explica cómo en 1955 la línea temporal se bifurca. De ese modo, tenemos dos realidades paralelas, y ambas ciertas. Esto conecta con la teoría de los universos paralelos. Según esta teoría, existen infinitas realidades alternativas a la nuestra donde algún factor está cambiado. Esta teoría surge de la cuántica, que afirma que pueden existir múltiples estados para un mismo sistema. Algo difícil de entender mediante la lógica (porque algo no puede ser una cosa y la contraria a la vez), aunque podríamos verlo mediante el ejemplo del gato de Schrödinger. Un gato en una caja que antes de abrirla tiene un 50% de probabilidades de estar vivo o muerto. Antes de saberlo, la solución del sistema sería una superposición de ambos estados: vivo y muerto.

Por lo que, si volvemos en el tiempo, y cambiamos algo, ¿no será como viajar a otro universo paralelo? Entonces, en la paradoja del abuelo, yo habría matado no a mi abuelo, sino al “mi abuelo” de otra realidad alternativa, y sería mi otro yo el que no habría nacido.

Sea como fuere, estas sólo son hipótesis y elucubraciones, pasarán siglos y más siglos hasta que podamos descubrir qué es lo que se esconde realmente tras los viajes en el tiempo. 

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