¡Saludos! Querría
disculparme por mi ausencia tanto tiempo, pero mis actividades académicas
requieren mucho tiempo. Por ello he decidido hacer una breve entrada sobre un
tema que me ha fascinado mucho, y seguro que a muchos otros también: los
viajes en el tiempo.
Todos estamos familiarizados
con los viajes en el tiempo, la ciencia-ficción los ha retratado de múltiples
maneras hasta la saciedad. Hoy en día, gracias a la Ciencia, sabemos que los
viajes en el tiempo son físicamente posibles, pero tecnológicamente hablando se
encuentran astronómicamente fuera de nuestro alcance. Por lo que sólo podemos
los “amateurs” imaginar, y los físicos elucubrar con complejísimas ecuaciones.
Físicamente hablando,
existen dos maneras de viajar en el tiempo. La primera y más sencilla, ya ha
salido anteriormente en este blog. Consiste en viajar cerca de la velocidad de
la luz, con lo que se producirá una dilatación temporal que hará que el objeto “cuasi-lumínico”
perciba que el tiempo pasa más despacio, mientras que fuera el tiempo pasa más
rápido, es como viajar al futuro. Aunque se trata de un viaje en una sola
dirección, pues no permite regresar al pasado.
La otra manera es a
través de los agujeros de gusano. Se cree, aunque es una hipótesis muy aceptada
en la comunidad científica, que los agujeros negros están interconectados por
unos extraños agujeros de gusano, que transcienden el tejido espacio-tiempo. Dicho
en otras palabras, los agujeros negros conectan dos zonas distintas del
espacio-tiempo. Si pudiésemos adentrarnos en un agujero negro, saldríamos en
otro punto del Universo, en un tiempo remoto, ya sea pasado o futuro. Como imaginarán,
como teoría está bien, pero tomar estos principios y aplicarlos a una
tecnología humana capaz de realizar viajes en el tiempo es otra cosa.
Pero imaginemos que
es posible, que disponemos de la tecnología adecuada. Algo que ha suscitado
mucho el interés público han sido las paradojas temporales. La más famosa, sin
duda, la del abuelo. “Y si volviese al pasado y matase a mi abuelo antes de que
concibiera a mi padre, yo no habría nacido, entonces mi abuelo no habría
muerto, yo podría haber nacido”. Un problema muy complejo de resolver.
A mí me gusta considerar
dos teorías temporales que resolverían este misterio. La primera la llamo “Teoría
del tiempo fijo”. Consiste en que la línea temporal es única y totalmente
inmutable, cualquier intento de modificarla está condenado al fracaso. En la
ciencia-ficción, como ejemplo de esta teoría, me gusta considerar la película
de Star Wars, la venganza de los Sith. En ella, Anakin Skywalker está
atormentado por las visiones del futuro en que su amada Padme muere durante el
parto. Aunque no se trata de un viaje temporal, podemos considerarlo como tal,
como si Anakin hubiera ido al futuro y regresado con esa información. Durante
la película, Anakin se obsesiona por salvar a su mujer, hasta el punto que cae en
el lado oscuro de la Fuerza y se convierte en Darth Vader. Es esto precisamente
lo que hizo que Padme muriera en el parto; es decir, el intento de Anakin por
salvar a su mujer sólo contribuyó a matarla. Así es como funciona el tiempo
fijo, da igual todas las veces que intentemos regresar al pasado y cambiar las
cosas. Todo lo que hagamos sólo contribuirá a que las cosas salgan como al
principio. Esto llevado el ejemplo del abuelo, significa que como el abuelo
está vivo y me engendró a mí, todo lo que hice yo para intentar matarlo en el
pasado no dio resultado, y por tanto sigo vivo.
La otra es la “Teoría
del tiempo variable”. Aquí sí que podemos cambiar el pasado, pero al cambiarlo,
surgirá una nueva línea temporal alternativa. Este hecho se explica muy bien en
Regreso al futuro, cuando Biff regresa al pasado para entregarse a sí mismo el
Almanaque deportivo y así ganar todas las apuestas durante 50 años. En la
pizarra, Doc explica cómo en 1955 la línea temporal se bifurca. De ese modo,
tenemos dos realidades paralelas, y ambas ciertas. Esto conecta con la teoría
de los universos paralelos. Según esta teoría, existen infinitas realidades
alternativas a la nuestra donde algún factor está cambiado. Esta teoría surge
de la cuántica, que afirma que pueden existir múltiples estados para un mismo sistema.
Algo difícil de entender mediante la lógica (porque algo no puede ser una cosa
y la contraria a la vez), aunque podríamos verlo mediante el ejemplo del gato
de Schrödinger. Un gato en una caja que antes de abrirla tiene un 50% de
probabilidades de estar vivo o muerto. Antes de saberlo, la solución del
sistema sería una superposición de ambos estados: vivo y muerto.
Por lo que, si
volvemos en el tiempo, y cambiamos algo, ¿no será como viajar a otro universo paralelo?
Entonces, en la paradoja del abuelo, yo habría matado no a mi abuelo, sino al “mi
abuelo” de otra realidad alternativa, y sería mi otro yo el que no habría
nacido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario