¡Saludos
lectores! He decidido volver a la carga para ofrecer la tercera entrega de esta
interesante saga de los tópicos de la ciencia-ficción.
¿Explotan
lo cuerpos en el espacio?
Seguro
que es algo que habrán visto muchas veces en las películas. Un pobre hombre
acaba en el espacio exterior sin protección, y explota en mil pedazos. Ya
anteriormente hemos mencionado y descartado el tópico de que los cuerpos se
congelen. Pero, y esto, ¿es verdad? Veámoslo.
Muchas
veces se afirma, y con mucho rigor científico además, que la sangre hierve y se
expande, destrozando el cuerpo. Pero, ¿cómo ocurre esto? No quiero dar una
clase muy aburrida de Química-Física, pero hemos de saber un poco. El agua se
congela a 0ºC y hierve a 100ºC, esto no ocurre siempre, sólo si estamos a
presión atmosférica, que es lo más normal, pero al variar la presión, esto
cambia. Es así, como para facilitar los cálculos, se han construido los
llamados diagramas de fase, que muestran el cambio de los puntos de fusión y
ebullición a distintas presiones. El manejo es muy fácil. En el eje horizontal
tenemos la temperatura, y en el vertical la presión. Si se traza una línea
horizontal a un determinado valor de presión, la línea cortará en algunos
puntos la curva de la gráfica, y esos puntos, mirando hacia el eje horizontal,
nos darán las distintas temperaturas de ebullición y congelación. Hagan la
prueba. Fíjense cómo la línea de 1 atm (presión atmosférica) corta la gráfica a
0ºC y 100 ºC. Nosotros podemos “jugar” con las presiones y obtener distintas
valores de temperatura. Si la línea sólo corta una vez el gráfico, significa
que se pasa directamente de fase sólida a gaseosa (sublimación).
En el espacio la presión es de 0 atm. Por tanto si
cogemos la línea de 0 atm, que coincide con el eje horizontal, vemos que desde
temperaturas muy bajas, por debajo de 0ºC, el agua ya es gas. No olvidemos que la
sangre no es más que agua con otras sustancias disueltas. Entonces, si nos
expusiéramos en el espacio, nuestros vasos sanguíneos reventarían por acción
del gas de agua expandiéndose debido a la falta de presión. Así que en teoría
es plausible. En la práctica, no ocurre, y ya se han hecho experimentos que los
han demostrado. Porque el propio cuerpo ejerce una presión sobre la sangre que
evita que se evapore súbitamente. Lo que sí, mucho cuidado con la saliva de la
boca, que sí se evaporaría, y el aire de los pulmones, que se expandiría
violentamente. Lo más sensato sería abrir la boca y dejarlo salir. Lo que sí,
los tejidos más externos sí que podrían tener agua en estado gaseoso, con lo
que se producirían burbujas en el sistema circulatorio. El sujeto moriría
principalmente por asfixia o problemas cardíacos derivados de esas burbujas.
¿Absorbe
el vacío del espacio?
Es
algo que hemos visto en muchas ocasiones, seguro que tienen en mente la
película Alien, cuando el bicharraco ese es absorbido por un agujero diminuto
en el casco de la nave. ¿Qué de verdad hay en esto? Se podría decir que el
hecho en sí es verídico, aunque la formulación del enunciado incorrecta. Evidentemente,
el espacio está vacío, no puede absorber nada por las buenas. Más bien, es un
efecto desde dentro de la nave. No olvidemos, que presumiblemente una nave
estaría llena de gas (nitrógeno, oxígeno…) a presión atmosférica, o sea 1 atm. Un
gas, por naturaleza, se expande sin control, pues sus moléculas apenas
interaccionan entre sí, y tienen una gran velocidad. Si de repente
disminuyésemos la presión a cero, todo ese gas encerrado, ya no tendría restricciones
de movilidad, y se expandiría violentamente hacia fuera, hacia el espacio. Esto
lo vemos empíricamente con la ley de Boyle: p1V1=p2V2.
Donde p es la presión y V es el volumen, en el estado 1 (antes de la rotura del
casco de la nave) y el estado 2 (después). Imaginemos que el volumen del gas
inicialmente es V1=500 m3. La presión inicial es p1=1
atm, y la presión final es p2=0 atm, y sustituyan en la ecuación.
¿Qué sale? P2=1*500/0=∞. Por tanto, el volumen se hace infinito al
disminuir la presión a cero, y por eso la expansión ocurre de manera violenta.
Ingravidez
en órbita:
Por
último, y aunque no es un tema de la ciencia-ficción, me gustaría hablar sobre
la ingravidez, ya que me parece un asunto interesante. Todos hemos visto a esos
astronautas en la estación espacial internacional, dando volteretas,
ingrávidos. Y lo que nos viene a la mente es que allí arriba no hay gravedad y
por eso flotan. FALSO. Lo demostraré.
Donde
M y m serían las masas de los dos cuerpos implicados. G es una constante
universal y R es la distancia entre los dos cuerpos. Todo ello genera una
fuerza gravitatoria. Para el caso de una persona de 75 kg en la Tierra, M sería
la masa de la Tierra, o sea, 5,97x1024 kg. La constante G vale
6,67x10-11 N·m2/kg2. La R sería la distancia
al centro de la Tierra, que si se está en la superficie, equivaldría a su
radio, o sea, 6371 km. Y la m sería la masa de la persona, 75 kg. Operamos y
obtenemos una fuerza gravitatoria de 735,777 N, algo normal. Ahora veamos el caso
de una persona en el espacio, en la estación espacial internacional, a 415 km
de altura. Los datos serían iguales, salvo la R, que sería el radio de la
Tierra más la distancia de la superficie a la estación; es decir, 415 km. Operamos
de nuevo y obtenemos 648,53 N. No ha variado mucho, de hecho la reducción de la
atracción de la Tierra ha sido del 11,86%, muy poco para producir ingravidez.
Entonces, ¿por qué flotan los astronautas?
La
estación espacial está en órbita alrededor del planeta, se mueve en círculos a
una determinada velocidad, lo cual genera una fuerza centrífuga, como cuando un
coche toma una curva, que sufre una fuerza hacia fuera de la curva. También, la
estación espacial está sometida a una fuerza que la aleja de la Tierra, pero a
su vez hay otra fuerza que la atrae hacia ella, la fuerza gravitatoria, ambas
fuerzas se contraponen, y mantienen estable la órbita. De hecho, incluso se
podría calcular su velocidad, sabiendo que la fuerza centrífuga es Fc=m*v2/R.
Donde v es la velocidad, m la masa de la estación, y R las distancia al centro
de la Tierra. Podemos igualar las dos ecuaciones (Fg y Fc),
y despejando se obtiene que v=raíz(G*M/R)=7666,67 m/s, muy próximo al real, que
es 7706,7 m/s.
Y
aún no he respondido a la pregunta, ahora voy. Imagínense un cañón que dispara
un proyectil a una velocidad. El proyectil traza una parábola y cae a la
Tierra. Si disparásemos desde muy alto, y cada vez a más velocidad, al final la
curvatura de la trayectoria coincidiría con la curvatura de la Tierra, y el
proyectil caería perpetuamente, sin encontrar el suelo. En esta situación se
encuentran los astronautas de la estación espacial. Están cayendo
continuamente, y por eso flotan, pero nunca caen al suelo por tener la
suficiente velocidad.
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